Las artes adivinatorias son, por tanto, mucho más que prácticas para predecir el futuro; son un camino de conocimiento y conexión con fuerzas invisibles. Ya sea que uno busque respuestas a preguntas prácticas o una comprensión más profunda de uno mismo y del cosmos, estas prácticas ofrecen un vínculo entre el mundo tangible y las dimensiones espirituales o psíquicas, convirtiéndose así en un espejo del alma y los misterios universales.
Un arte adivinatorio consiste en dar una descripción, particularmente predictiva, de todo lo que puede afectar a un individuo o a un grupo de individuos. Los temas principales son el amor, la salud, el dinero, las relaciones humanas y el carácter de las personas. Las artes adivinatorias utilizan frecuentemente un sistema de correspondencias simbólicas entre las descripciones proporcionadas y los datos observables.
A diferencia de las ciencias predictivas, la precisión de las descripciones es secundaria en un arte adivinatorio. Es el interés que despierta la descripción lo que prima. Al interés suscitado contribuyen a veces sinergias confusas entre aspectos científicos y artísticos, como entre astronomía y astrología o entre grafologías científicas o no científicas.