La alquimia y la espagiria son artes espirituales y místicas destinadas a transformar la materia y el espíritu. La alquimia, más allá de la transmutación de los metales, simboliza la evolución interior del alma humana, aspirando a la unión divina a través de la Piedra Filosofal, verdadera esencia espiritual. Este camino es una búsqueda de la perfección y la inmortalidad del alma.
La espagiria, fundada por Paracelso, está dedicada a la sanación sagrada: cada planta o mineral es purificado y recompuesto para crear una esencia que cura el cuerpo, la mente y el alma. Al liberar los principios de Sal, Azufre y Mercurio, el espagirista equilibra al ser humano con el universo. Juntas, la alquimia y la espagiria unen lo visible y lo invisible para revelar la luz interior.
La alquimia y la espagiria son artes espirituales y místicas destinadas a transformar la materia y el
espíritu. La alquimia, más allá de la transmutación de los metales, simboliza la evolución interior del alma humana, aspirando a la unión divina a través de la Piedra Filosofal, verdadera esencia espiritual. Este camino es una búsqueda de perfección e inmortalidad del alma.
La espagiria, fundada por Paracelso, está dedicada a la sanación sagrada: cada planta o mineral es purificado y recombinado para crear una esencia que sana cuerpo, mente y alma. Al liberar los principios de Sal, Azufre y Mercurio, el espagirista equilibra al ser humano con el universo. Juntas, la alquimia y la espagiria unen lo visible y lo invisible para revelar la luz interior.
La alquimia es una ciencia esotérica (en el sentido antiguo del término) cuyo objeto es el estudio de la materia y sus transformaciones. Se basa en un conjunto de prácticas (y en este sentido, se considera generalmente como uno de los orígenes de la química moderna) y en una filosofía particular, el hermetismo, que se puede definir como «una visión del mundo basada en las correspondencias y "simpatías" que unen al macrocosmos y al microcosmos.»
Françoise Bonardel, La vía hermética, Dervy 2002
El término espagiria es actualmente muy poco conocido, a pesar del renombre de su precursor, Paracelso. También fue utilizado por B. Valentin, célebre alquimista medieval. Etymológicamente, significa extraer (spao) y reunir (ageiro). De hecho, la medicina espagírica deriva directamente de la tradición alquímica.